Mañana martes, antes de viajar a Buenos Aires para participar de la ceremonia de cambio de mando en que asumirá Alberto Fernández en reemplazo de Mauricio Macri, el Presidente Sebastián Piñera tiene contemplado realizar un acto en La Moneda.
¿La razón?
Conmemorar el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Una materia que se ha vuelto un flanco para el gobierno debido a las múltiples denuncias en contra de uniformados por violaciones a los derechos de las personas desde el estallido de la crisis social el 18 de octubre.
Según el último reporte del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), se han interpuesto un total de 1.383 denuncias, entre ellas, 192 por violencia sexual, 405 por torturas y otros tratos crueles y 787 por uso excesivo de la fuerza.
Esto, además, en un contexto en que informes de distintos organismos internacionales -como Amnistía, Human Rights Watch (HRW) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH)- han advertido la existencia de violaciones a los derechos fundamentales cometidas por parte de agentes del Estado, principalmente, Carabineros.
Fuente: Nuevo Poder