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02 de Mayo

Antares de la Luz: De Ramón Castillo a líder de una secta criminal

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Fuente imagen | Informa al minuto Antares de la Luz

El asesino y sectario chileno se quitó la vida el 1 de mayo de 2013.

Ramón Castillo Gaete, conocido como Antares de la Luz, fue un ciudadano chileno que alcanzó notoriedad tras liderar una secta esotérica involucrada en uno de los crímenes más impactantes del país. Nacido en Chile en 1977, su infancia y adolescencia transcurrieron en un entorno aparentemente normal. Estudió música en la Universidad de Playa Ancha en Valparaíso, donde demostró habilidades artísticas, pero también comenzó a desarrollar ideas místicas y un fuerte interés por el ocultismo y el esoterismo.

 

Con el tiempo, Castillo adoptó el nombre Antares de la Luz y fundó una secta en la que se proclamaba a sí mismo como un ser superior, el “Dios” del grupo. La secta, integrada por seguidores jóvenes, compartía creencias relacionadas con la energía, la pureza espiritual y teorías apocalípticas. Dentro del grupo, Antares ejercía control psicológico y físico sobre sus miembros, estableciendo reglas estrictas y rituales extremos.

 

El caso alcanzó el horror cuando, en 2012, la secta cometió un infanticidio ritual en Colliguay, en el que fue sacrificada una bebé de pocos días de nacida, hija de una de las integrantes del grupo. Antares justificó el crimen asegurando que la niña era el “Anticristo” y que debía ser purificada con fuego. Este acto estremeció al país y provocó una intensa investigación policial.

 

Antares logró escapar a Perú cuando las autoridades chilenas comenzaron a desmantelar la secta. Sin embargo, fue localizado en la ciudad de Cusco. El 1 de mayo de 2013, antes de ser capturado por la policía, Ramón Castillo se quitó la vida ahorcándose en una casa abandonada. Tenía 36 años.

 

La muerte de Antares de la Luz marcó el fin de una pesadilla colectiva que combinó fanatismo, manipulación psicológica y crimen. Su figura dejó una herida abierta en la memoria chilena y sirvió como advertencia sobre los peligros de las sectas destructivas.

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