En los últimos años, la presencia del jote (Coragyps atratus y Cathartes aura), también conocidos como buitres negros y jotes de cabeza colorada, se ha vuelto cada vez más común en distintos puntos de la ciudad de Valdivia, principalmente en la costanera, Parque Saval y otros lugares cercanos. Aunque para algunos su imagen puede resultar poco atractiva, estos majestuosos carroñeros cumplen un rol ecológico fundamental en la limpieza y equilibrio del ecosistema local. Es importante señalar que el jote es un ave protegida por ley, dado que cumplen un rol ecológico fundamental y porque la legislación nacional los reconoce como parte de la fauna silvestre nativa.
¿Quiénes son los jotes y por qué están en Valdivia?
Los jotes son aves rapaces necrófagas que se alimentan principalmente de animales muertos. Lejos de ser una amenaza, son verdaderos “sanitarios del ambiente”, ya que ayudan a prevenir la proliferación de enfermedades al eliminar restos orgánicos en descomposición. Su presencia en zonas urbanas responde, en gran parte, a la expansión de la ciudad sobre su hábitat natural, la acumulación de basura en espacios públicos y la reducción de espacios silvestres. Están protegidos por la Ley de Caza (N° 19.473) y su reglamento en Chile, que prohíben su caza, captura o tenencia.
En Valdivia, estas aves pueden observarse en áreas altas como torres, techos y árboles de gran porte, donde descansan o vigilan en busca de alimento. Se desplazan en grupo y su vuelo en círculos es característico: aprovechan las corrientes térmicas para planear sin gastar energía.
Importancia ecológica:
Los jotes desempeñan un rol clave en el equilibrio ecológico:
Prevención de enfermedades: Al consumir carroña, evitan que los cuerpos en descomposición sean focos de bacterias peligrosas.
Control biológico: Reducen la cantidad de residuos orgánicos disponibles para otras especies potencialmente invasoras o plagas urbanas.
Indicadores ambientales: Su presencia indica la existencia de desechos o animales muertos, lo que puede alertar sobre desequilibrios en el entorno.
¿Qué comen los jotes?
Los jotes NO cazan animales vivos. Su dieta consiste exclusivamente en carroña, es decir, animales muertos. No representan un peligro para mascotas, ganado o humanos. Se sienten atraídos por basurales, restos de faena, animales atropellados o desechos orgánicos abandonados en la vía pública.
Lo que NO debemos hacer como ciudadanos:
Para garantizar la coexistencia armónica con estas aves y proteger su hábitat, es fundamental que la comunidad evite ciertas prácticas perjudiciales:
No alimentar a los jotes ni acercarse intencionalmente. Son animales silvestres que deben mantenerse alejados del contacto humano para su seguridad y la nuestra.
Evitar la acumulación de basura en zonas abiertas. Mantener los residuos bien cerrados y en contenedores adecuados previene su llegada innecesaria a zonas pobladas.
No destruir sus sitios de descanso o anidación, como árboles altos o estructuras antiguas. Estas áreas son esenciales para su descanso y vigilancia.
No usar pirotecnia ni métodos agresivos para espantarlos, ya que estas acciones pueden dañar no solo a los jotes, sino también a otras especies silvestres y domésticas.
Evitar el uso de cebos tóxicos o trampas ilegales, prácticas que además de ser crueles, están penadas por la ley y afectan gravemente a la biodiversidad.
Una oportunidad para educar y proteger:
Desde las organizaciones medioambientales y la comunidad científica se hace un llamado a la ciudadanía a valorar el rol del jote en el entorno natural de la Región de Los Ríos, y a entender su presencia como una oportunidad de educación ambiental y convivencia responsable con la fauna nativa.
Proteger a los jotes es también proteger nuestra salud y el equilibrio del ecosistema en el que todos vivimos, dado que se consideran especies benéficas para la actividad silvoagropecuaria y el medioambiente, por lo que no pueden ser eliminados aun cuando se acerquen a sectores habitados. De hecho una de sus mayores amenazas, es el humano debido a que en algunos lugares se les ha perseguido por creencias erróneas (como que atacan ganado), pese a que no cazan animales vivos, sino que consumen carroña. La protección legal busca evitar que disminuyan sus poblaciones por acciones humanas.






