Hace algunas semanas se aprobó el proyecto de Ley Cumplimiento de las Obligaciones Tributarias, más conocido como “Antievasión y Antielusión”, iniciativa que contempla una serie de medidas relacionadas con fortalecer la función fiscalizadora del Servicio de Impuestos Internos (SII), incluyendo perfeccionamientos a su gobernanza, mayor flexibilidad para el levantamiento del secreto bancario, y mayores facilidades para que los contribuyentes se pongan al día con sus obligaciones tributarias, entre otros puntos.
Pero el avance más significativo para las micro, pequeñas y medianas empresas es la fijación de una tasa semestral ajustable periódicamente para el interés moratorio, actualmente en un 1.5% mensual. “Esta medida, diseñada para aliviar la carga financiera de Pymes, busca mitigar los efectos de la llamada 'bicicleta financiera'”, destacó Gabriel Vergara, CEO de Smart CFO, dedicada a la asesoría y gestión financiera de compañías, especialmente de menor tamaño.
Al respecto, el profesional complementó que “al establecer un mecanismo de ajuste más predecible, se facilita la planificación tributaria y se reduce el riesgo de que las deudas se incrementen debido a intereses y multas acumuladas. Esta flexibilidad es fundamental para ayudar a los emprendedores a regularizar su situación fiscal y fomentar el cumplimiento tributario voluntario”.
De todas maneras, Vergara lamentó que en medio de la tramitación de esta Ley hayan estado ausentes iniciativas para mantener o reducir la carga tributaria de las Pymes. “A partir de 2025, el impuesto de primera categoría para este sector se duplicará, pasando del 12.5% al 25%. Esta subida, sumada a las altas tasas de interés, los costos de mejoras laborales y el incremento del 6% en cotizaciones, representa una carga impositiva significativa para las pymes. Todo esto crea un entorno complicado, dificultando el crecimiento y la supervivencia de muchas empresas”, concluyó.